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El Meollo

Sueño

Mucha gente va, mucha gente viene. Todos se ignoran. Acaso nadie se conoce? Mucho ruido, aturdimiento general. Apurados, como hormigas al atardecer. Ensimismados, perturbados de su ser.

Yo, un simple espectador de este nefasto espectáculo. Ellos, actores avezados de tiempo completo. Parado, miro de un lado a otro siguiendo rostros. Soy un elemento más del paisaje. Nunca había pensado esto, pero estoy integrado en algo que nunca hubiese querido estar.

Una niña aparece. Todo se ralentiza. Más, más lento, casi se congela el mundo. Me mira, pero...

¿Es esto posible? ¿Quién es?

Parada frente mío, me observa con curiosidad. Una leve sonrisa, una dulce sonrisa. Un regalo sin dudas. Sin notarlo, comienza a caminar. Dudo, pero finalmente la sigo. La gente sigue detenida, me entorpece el avance. Ella se mueve sin problemas, con una gracia divina. Se escabulle entre jovenes y ancianos. La sigo sin pensar.

Los cuerpos y las calles pasan. Entre la multitud, sólo puedo ver su cabellera danzar a lo lejos. Hay magia en sus movimientos, se divierte realmente. De un momento a otro, la pierdo de vista. No sé hacia dónde ir. Me detengo. Por allá, no, por allá, tampoco, al menos eso creo. Miro, miro, miro.

"Acá estoy!" escucho desde esa dirección, desde mi izquierda. Voy en busca. Una risa, una fresca risa, una brisa tambien. Respiro profundo, mi mente se aclara. Paso frente a un ejecutivo, al lado de una ama de casa y de una pareja.

"Ahí estás!" grito con felicidad. Mi cara se ilumina. Y camino hacia ella. "Pensé que no te alcanzaría" la tranquilidad me domina ahora. Dos metros y tres niños nos separan.

"Si, acá estoy..." me repite, y la gente comienza a moverse. Más y más. Parpadeo, la veo. Parpadeo, me sonrie dulcemente. Parpadeo, no está. No está más.

El ruido urbano acapara el ambiente de nuevo. Las personas vuelven a caminar. En fin, todo vuelve a la triste normalidad. Nadie notó nada extraño, todos se ignoran, me ignoran. Y yo pongo las manos en los bolsillos y cabizbajo me dirijo hacia un lugar un poco más tranquilo. Un café no me vendrá nada mal, pienso.

Katzuo Icari

3 comentarios

nestum -

hemos probado con no pestañear y no funciona. quizás katzuo sugiere seguir mirando y corriendo tras ese llamado. me gusta. incluso, hasta podríamos disfrutar ese paisaje de gente y ladrillos, para ser lo primero, no lo segundo.

el meollo vive, bien katzuo.

Java -

Poner en palavras lo efímero lo vuelve eterno, y Katzuo lo legitimiza.

Pame -

me gustó lo que escribiste...
seguí para adelante! que la vas a encontrar.